viernes, 10 de julio de 2009

...Ausencia...


"La Sombra del Pasado"

Tanta duday confusión
existen dentro de mí,
que me es difícil decidir
qué camino he de seguir.

Llegaste a nuestras vidas
con deudas sin cumplir,
pero al mirar hacia el pasado
no las logro descubrir...

Cuánta elegancia, tenía tu andar...
Cuánta añoranza, tenía tu mirar...
y aún con eso, me cuesta imaginar,
que tú algún día nos podrías dejar...

Pero te fuiste de mí,
pero te fuiste de aquí,
y ya no queda más nada
como razón de vivir...

Ella te quería,
y yo te respetaba...
Ella lo sentía,
y yo la acurrucaba...

No te imaginas
cuánto daño provocas,
con esta partida
sin hija y sin esposa...


¿Podría alguien decirme qué significa tener un padre?¿Qué significa esa palabra..?

Durante años, creí que no importaba quien llevase tu sangre, que lo que realmente importaba era que la persona que te daba esa imagen "paterna" debia demostrar por ti mas afecto y preocupación que cualquier otro... pero me equivoqué.

A lo largo de toda mi vida, no corta, la única que se ha desmedido en cuidados por mi ha sido mi madre... Sólo ella ha dado su vida para que yo tenga lo mejor, porque yo no viviese lo que ella vivió. Pero como siempre le he dicho, "...a nadie le enseñan a ser madre..."

Sin embargo, y muy a pesar de todo lo que me ha ocurrido, ella ha sabido entregarme el amor que muchos me han negado, siendo siempre la primera en todo, trabajando duro para sacarme adelante, regañándome cuando era necesario.

No fuí una hija modelo como muchos pensaban, al contrario, tuve varios errores, todos y cada uno de ellos peores que el anterior, y aún así, ella continuó a mi lado.

Debo admitir que ahora me pesa su ausencia, dado que he decidido emprender mi viaje, pero no la extraño del modo en que una hija extraña a su madre normalmente, mentiría si dijera que mi madre fue alguna vez mi amiga, eso nunca sucedió, pero sí le echo en falta cuando me decía: "Hija, no importa lo que pase, usted preocupese de seguir adelante." Como me gustaría que ahora estuviera frente a mí... Nunca, de todo el tiempo que pasamos juntas, tuvimos una conversación, como se dice, "de madre a hija", mas bien éramos peleas y discusiones diarias, pero la extraño...

Jamás le dije que la odiaba, a pesar de que ella pensaba eso, nunca sentí mas que cierto rencor por el daño que yo creía que me estaba haciendo al ocultarme ciertas cosas; a parte de eso, amo a mi madre mas que a nada en el mundo. Fue ella quien me dió la vida... Fue ella quien me dio dos hermanas hermosas... Fue ella la que peleó por mi cuando la vida misma le dió la espalda...

Es por eso que ahora me encuentro lejos de ella, por "devolverle el favor"... No me podía quedar a su lado sabiendo que solo le causaría mas dolor, pues yo, en su casa, no era bien recibida... no por lo menos por el "dueño de casa".

Muchos se preguntan en qué momento se desató esta tormenta de odio entre aquél hombre al que llamé padre por tanto tiempo y yo, pero lo que nadie sabe, es que nunca fue mi padre en verdad. Hay cosas en esta vida que simplemente se callan por miedo o por evitar causar un mal rato a la persona que mas aprecias, pero que inevitablemente deben ser dichas en su momento.

Yo no lo hice, y mi silencio me acarreó muchos problemas en mis ultimas instancias en la casa de mi madre. Explotamos los dos a la vez, y como resultado, obtuve las lágrimas de aquélla a quién no soporto ver llorar.

Si alguna vez le llamé padre, ahora me arrepiento profundamente, pues no se le puede dar tal título a alguien que se aprovecha de tu cariño a tal extremo, como para estar seguro de que jamás levantarás la vista del suelo para acusarlo de algo. Pero yo no nací para estarme callada mientras él abusaba de mi y de la confianza de mi madre... tal vez el momento no fue el oportuno, pero ya no hay marcha atrás... Pagué en carne propia el precio de mi atrevimiento, alzó su mano hacia mi, con la firme intención de acallar mis acusaciones, mas no lo logró. Aguanté el mayor de los dolores físicos y psicológicos por la osadía de contradecirlo. Ninguna queja salio de mis labios mientras él se desquitaba con mi cuerpo... Lo único que podía pensar, era en cúan repugnante puede llegar a resultar alguien que antes había sido querido.

Cuando hubo terminado, le mire con el mayor odio del que era capaz de reunir en una simple mirada, aun en el suelo, con mi espalda ardiendo y mi nariz sangrando, y pensé:

"Conmigo puedes hacer lo que quieras, pero como toques a mis hermanas... te pudres, imbécil..."

Esto fue la cúspide de nuestras diferencias, ya no había ningun tipo de relación entre nosotros, ya nunca mas le volvería a hablar, ya nunca mas le vovlería a mirar... porque...

¿Cómo puede alguien, después de causar tanto sufrimiento, seguir siendo tu padre...?

- Mamá, si me voy, es por tu bien y el de mis hermanas... nada más. No quiero verte sufrir otra vez por mi causa...


Darkangel

2 comentarios:

Lord Faerigan dijo...

No hay nada peor que el dolor causado por alguien a quien se le tenía aprecio... EL odio no nace del aire... es el cariño mismo que se puede volver aversión...

Yo quiero hacer todo lo que esté a mi alcance para que puedas ahora vivir más alegre, que puedas sentir que en la vida no todo es amargura, y que hay cosas tan hermosas, como terribles otras.

Te amo

Anónimo dijo...

Esme... bueno, no se de que otra forma llamarte, ya que siempre te he llamado asi. Soy la Lunita de TC... Aun me acuerdo de ti... aunque no haya tenido noticias tuyas en mucho tiempo..he seguido tu historia... Lamento mucho por lo que estas pasando, de verdad. Espero que la vida comience a sonreirte otra vez, creo que te lo mereces.
Cuidate mucho...
espero todo salga bien con tu libro... publica en tu blog, cuando salga... y yo ire corriendo a comprarlo... Te deseo lo mejor...
Saludos
Lunita