jueves, 23 de octubre de 2008

¡¡Capítulo nº 1!!


Bueno, aqui les dejo el primer capítulo de mi libro tal y cual se los prometí. Y les pido perdón porque se que me demoré mas de la cuenta, pero he tenido unos cuantos imprevistos.

Ah!...también les quería informar que el documento que dejo aqui no es el original, ya que como le explicaba a algunas personas...aun no he reservado los derechos del autor, y no me puedo arriesgar a que me quiten la autonomía; asi que si lo encuentran corto, es porque está un tanto resumido. Pero no se preocupen, en cuanto haga el tramite, les dejo los originales.

Espero que les guste, y no olviden dejar sus votos!

Saludos de,

Darkangel.
Capítulo I:
Adiós


- ¿Qué fue lo que le hiciste a mi corazón? -

Esa fue tu última pregunta.

Nunca te habías interesado por nadie. Nunca habías besado a nadie. Nunca te habías enamorado.

Cuando posé mis ojos en ti, algo en mi intuyó que seria complicado, casi imposible, pero eso no me bastó. Te quería a ti, no a tu familia. Poco me importo que, bajo toda la ética y moral existentes, lo nuestro no pudiera hacerse realidad.

¿Sabes? Cuando te vi por primera vez, me llamo mucho la atención ese aire misterioso que te rodeaba, eso de no contarle lo que te pasaba a nadie; siempre alegre pero con una extraña tristeza en tus ojos. Lo que llevo a preguntarme, por qué sufrías tan silenciosamente.

Era increíble ver la cercanía que tenias conmigo, cuando tu interés jamás había pasado de ser cortesía con nadie.

Pero para mi, el hacer cosas mas que inevitables esta en mi naturaleza. Por más que lo intente, la aventura del peligro siempre me encuentra. Y eso sin tomar en cuenta que soy muy miedosa. Aunque la adrenalina es algo incomparable. Verte a ti no como lo que eras, si no como un hombre mas, fue una de esas cosas. Estaba más que claro que yo no me podía fijar en ti. Era una locura bajo cualquier término. Y aun así, lo hice; pose mi vista en ti y ya nada volvió a ser como antes.

Claro que tú tampoco ayudaste mucho. Siempre pendiente de mí, observándome, ayudándome cuando era necesario, con una atención silenciosa.

Para variar, no me percate de nada anormal en todos tus movimientos hasta después de que fue más que evidente tu interés por mí. Después de mucho tiempo. Un tiempo que según creo, avanzo demasiado deprisa.

El tiempo para mí transcurre de manera distinta a la del resto de las personas. No es cosa de ver un reloj y apreciar cada paso que dan las manecillas de éste, trato por lo general de evitar los malos momentos, haciendo que pasen mas deprisa y deteniéndome en aquellos que son gratificantes para mi. Hermosas situaciones que no se repetirán. Así, lo único que a mi parecer marca el paso del tiempo en mi vida, son esos momentos especiales que no volverán jamás por mas que intente repetirlos.

Nuca te amaré de nuevo de la manera en que lo hice, y tampoco volveré a extrañarte de la forma en que lo hago ahora.

Sentirás que cada palpitar de tu corazón es una agonía constante, que arrastra consigo miles de puñales especializados para atacar cada parte de cuerpo, que incluso las sonrisas de esas personas que tanto quieres te duelen como si fuesen dardos clavados en ti.

Sentirás como cada partícula de tu ser arde al rojo vivo y que tu voz se desgasta por los gritos de ayuda desesperados que lanzas al mundo sin resultado alguno. La sola mención de su nombre bastará para hacer trizas las frágiles paredes de cristal que has erigido para ocultarte del sufrimiento que te provoca el recuerdo.

Sentirás que tus ojos se humedecen cada noche hasta soltar todas esas lágrimas que no has llorado en presencia de nadie, sin darte respiro alguno. Llegaras a creer que todo va bien, cuando tú sabes que no es así.

Harás ver a tus amigos que lo has superado. Practicarás una sonrisa falsa y actuarás por inercia frente a las personas que rodean tu mundo. Un Mundo que desapareció cuando él lo hizo. Un mundo que murió junto a él, porque tu mundo era él. Toda tu vida giraba en torno a la suya. Si te miraba, te hablaba o simplemente te rozaba la piel. Todo. Todo era un signo de complicidad entre tu corazón y el suyo.

Volverás a fingir una alegría que no alcanza a tus ojos. Te perderás en la inmensidad del océano en un intento desenfrenado de recordar la profundidad de su mirada.

Admirarás a un ave por poder volar libre, lejos de todo el dolor y el sufrimiento. Intentarás, con todo tu ser, recordar el tono de su voz, la agilidad de sus movimientos.

Sentirás pavor al pensar que lo podrías llegar a olvidar, que serás inconsciente cuando tu mente no logre darte aquellos detalles que tanto te gustaba observar.

Todo tu ser, tu alma, tu cuerpo reclamará por él. Lo amaste a él en toda su integridad. Tú vida valía porque existía su vida. Era tu soporte, tu pilar. La luz de un faro en medio de la niebla que rodeaba tu existencia.

Todo esto y más es lo que sentirás cuando te atraviesen el corazón con una noticia nefasta como estocada. Veras toda tu vida como una película.


Cuando su corazón se detuvo, el mío lo hizo también…

--- o ---

Ya no soy capaz de sentir entusiasmo alguno por nada, no como antes. Mi cuerpo está completamente vacío. Siento que me desarmo a ratos, como también me siento desfallecer al recordarte. No puedo seguir así.

Abandonaste tu vida cogido de mi mano, en el sentido más literal que existe, dejándome completamente desolada.

- Ahora jamás estarás sola – me dijiste haciendo un esfuerzo supremo para poder hablar – seré tu angelito guardián y te protegeré siempre. Ésta es la única ruta que me queda para poder estar contigo. No te preocupes más por mí, solo quiero que seas feliz, y cuando llegue tu momento, estaré esperando por ti para abrirte las puertas del cielo.
“No debes renunciar, mi vida – dijiste dulcemente mientras alzabas una mano y acariciabas mi rostro – recuerda que todo lo que quieres estará ahora contigo. Lucha por salir adelante, yo sé que vas a poder, eres mas fuerte de lo que crees, estoy seguro de que encontrarás al hombre indicado, que él te hará feliz y que llenará todo el vacío que ahora dejo yo en ti…
“Ya no llores mas, cariño, que cada lágrima tuya aumenta mi agonía…”

Te detuviste al ver como yo negaba con la cabeza y sin articular palabras te decía que vivirías…

- No cariño, no viviré – replicaste al ver mi negativa – sé lo que ocurrirá cuando cierre los ojos y de verdad que estoy preparado. Sólo necesito que me prometas algo antes – me miraste con intensidad – debes prometerme que seguirás adelante con tu vida, que nada te hará sucumbir y que no adelantarás el momento de nuestro reencuentro.

Asentí con el rostro anegado en lágrimas y aún sosteniendo tu mano. Sonreíste.

- Aún veo en ti a la mujer de la que me enamoré. Está oculta en tus ojos, esperando a mi señal para salir de nuevo a la luz.

Te miré con añoranza y súplica en mis ojos. No quería que te detuvieras, quería que continuaras hablando, porque sabía que cuando pararas todo abría acabado.

- No estés triste, amor, ya pronto acabará – prometiste – aunque aún me queda algo por hacer… - levantaste tu mano una vez mas y acercaste la mía a tu rostro para ver de cerca aquel anillo que llevaba en el dedo anular de la mano izquierda, un anillo que me habías regalado tu en el día mas especial de mi vida. Una tierna sonrisa apareció en tu rostro, cuando ocultaste las tres gemas carmesí dejando solo la banda lisa de oro a la vista. – Llévalo así por tres días, y luego el ciclo estará completo… intenta no quitártelo, ¿si?

Mi expresión, llena de confusión en un principio, se colmó de sorpresa ante estas palabras. “¿Ah?”

- Es lo que demoraré en ir y volver, para entonces, nuestro compromiso será oficial más allá de los límites terrenales. Recuerda que aun estamos casados, lo que no te impide involucrarte con otras personas – dijiste con una mueca – hasta k nos veamos de nuevo – añadiste al ver mi gesto de horror, dedicándome una mirada dulce y una sonrisa traviesa – me darán muchos celos, es cierto, pero será el precio que tendré que pagar por estar contigo para siempre. Solo déjalo en mis manos.

Tú voz se debilitaba con cada palabra que pronunciabas, al igual que las pulsaciones de tu corazón.

Una sombra de dolor y tristeza cruzo tu semblante sereno. Me asusté más de lo que ya estaba y aferré aun con más fuerza tu mano.

- Perdóname – me dijiste con ojos suplicantes pero aun con cierta calma – es de cobardes lo que estoy haciendo, pero no te puedes ni imaginar lo que sentí cuando me vi despojado de ti, de tu esencia, de tu mirada… - te mire enfadada, por lo que te corregiste rápidamente – vale, creo que te lo imaginas. Pero entiéndeme, mi vida eres tú y haría lo que fuese por verte feliz. Esto es lo mejor para los dos. Dentro de poco lo entenderás. – Sonreíste de nuevo – pero por favor, perdóname… - esperaste hasta que asentí levemente con la cabeza, las lágrimas volvían a bañar mi rostro y me era imposible articular palabra. – Gracias.

Me miraste por los que parecieron los segundos mas largos de mi vida. De un modo extraño pero bello, el alivio llegó a tus ojos hasta alcanzar el punto de la alegría.

Me incliné hacia ti para besarte suavemente en los labios. El gusto amargo de la despedida impregnó este acto.

Entrelazaste tus dedos con los míos, al tiempo que murmurabas por última vez:

- …Te amo… -


--- o ---



Oí un sonido agudo y constante. Fue lo único que me indicó que no volverías a hablarme nunca más, que no volverías a mirarme nunca más.

En ese mismo momento, el tiempo se detuvo.

Mi respiración se cortó, mi corazón dejo de latir, mis ojos soltaron sus muestras de dolor, de anhelo. Todo había acabado. Ya no podría sentir nada más. Solo sentiría esa opresión en el pecho, una opresión tan fuerte que pareciera que quisiese abrirse paso a través de mi piel y allanarse en una llaga eterna.

Él ya no estaría ahí para escucharme, para decir te amo.

Él…había muerto.

jueves, 2 de octubre de 2008

"Cartas a un Ángel"


Bueno, les prometi que dejaría impreso aqui lo que ahora es mi libro... asi que les dejo el prefacio para que lo lean. No olviden votar si quieren que continue publicandolo, si es que les gusta.

¡¡Gracias!! ^^


Nombre del libro: Cartas a un Ángel


Prefacio

Saber que estás enamorada, muchas veces no es un motivo de alegría, si no más bien de temor y angustia.

Querer a alguien desenfrenadamente, es algo que solo se da. Sucede y ya.

Nadie puede decidir cuándo enamorarse.

Nadie puede decidir de quién enamorarse.

Pero cuando eso ocurre, ¿Cómo sabes que esa persona es la indicada? ¿Cómo sabes que nunca nada ni nadie los podrá separar?

“No hay nada más poderoso que la fuerza del amor”- han dicho muchos; y aun así, la muerte es una de esas fuerzas supremas.

¿Qué podría ocurrir si te llegas a dar cuenta de que tu amor va mas allá de todo limite terrenal?

¿Qué pasaría si te enamorases… de un ángel?


Espero que les haya gustado.
Se que es un poco corto, pero si fuese mas largo, le quitaria la emoción a lo que sigue.

Saludos a todos,


Darkangel